ÁMBITO
COMUNICACIONES

El Fondo apuesta por el fortalecimiento de capacidades de las mujeres y sus organizaciones para que continúen liderando el seguimiento y veeduría a la implementación del Acuerdo de Paz, que incluye demandas históricas, y la búsqueda de garantías para que ejercer sus derechos, sea una realidad. Las mujeres han sido y son fundamentales para promover y acelerar estrategias de paz duraderas.

Es por esto por lo que se busca:

  • Involucrar a las mujeres y sus procesos organizativos al fomentar su fortalecimiento como veedoras de la implementación del Acuerdo, al igual que como dinamizadoras de la construcción de paz en sus territorios.
  • Así mismo, al fortalecer los mecanismos establecidos en el Acuerdo de Paz del 2016 (Punto 6) para el monitoreo como la Instancia Especial de Mujeres –IEM- y demás mecanismos que deben incluir el análisis de género para dar a conocer los avances y retos en material de implementación del Acuerdo.
Sembrando esperanza en San Pedro: la voz de Yadirys frente al miedo y el olvido

Nacer y crecer en San Pedro de Urabá a mediados de los años noventa significó reconocer la grandeza de su biodiversidad entre manglares y selva tropical, pero también aprender a vivir con cautela.

 

Para sus habitantes, cada amanecer podía traer consigo la noticia de una nueva masacre o el temor de ver cómo distintos actores armados disputaban el control del territorio, atropellando los sueños de una comunidad campesina que solo anhelaba paz.

 

En ese clima de incertidumbre, en el año 1994 nació Yadirys Pérez Díaz, la quinta de ocho hermanas y hermanos. Aunque su infancia estuvo marcada por el miedo, su memoria está también tejida con los hilos del orgullo campesino: el aroma de la tierra húmeda, la espuma de la leche recién ordeñada, y el respeto profundo por los caballos, legado de su padre Catalino. De su madre, Prisciliana Díaz, heredó la fuerza del liderazgo: con solo 12 años, la acompañó en su campaña al Concejo Municipal, pocos meses después de que perdieran su casa, incendiada en circunstancias aun no esclarecidas. Esa experiencia fue determinante, sembró en Yadirys el compromiso con su comunidad y la convicción de transformar el dolor en acción colectiva.

Fue en 2015 cuando su vocación tomó forma concreta al ser elegida representante de la juventud víctima del conflicto en la Mesa de Participación Efectiva de Víctimas de San Pedro de Urabá. A partir de allí comenzó a caminar con más determinación hacia el liderazgo comunitario, entendiendo que su voz podía ser canal de transformación, no solo para ella, sino para muchas otras personas de su territorio.

 

Hoy, Yadirys es madre de tres hijas, profesional en administración pública, y su compromiso sigue intacto. Participa activamente en la Mesa Comunitaria PDET, el Grupo Motor, la Mesa de Víctimas, y trabaja en la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) de la representante por la Curul de Paz de la subregión de Urabá.

 

Cada espacio ha sido una oportunidad para crecer como lideresa, madre y profesional, siempre guiada por el propósito de mejorar la vida de su comunidad.

Su deseo por aprender no se detiene. Gracias al diplomado en comunicación y mediación social para la paz, impulsado en el marco del proyecto de comunicaciones financiado por el Fondo, Yadirys y otras 94 personas de Antioquia fortalecieron sus herramientas para la incidencia pública. Esta formación le permitió conectarse con emisoras comunitarias de San Pedro de Urabá, ampliando su alcance para informar a la población sobre los avances y desafíos de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y el Acuerdo de Paz.

 

Yadirys tiene claro que representar a su comunidad no es solo hablar en su nombre, sino también tejer conexiones, generar diálogos respetuosos y exigir compromisos reales por la paz. A pesar de que el miedo persiste, ella camina con esperanza, convencida de que un territorio digno y en paz sí es posible, y que su voz —como la de muchas otras lideresas— es clave para lograrlo.

El Fondo resalta el empeño de las mujeres constructoras de paz como cimentadoras e impulsoras de los espacios democráticos y pacíficos; Yadirys como joven integrante del grupo motor de su territorio, cuenta con mayores herramientas para representar a su comunidad en calidad de vocera y gestora de sus necesidades y expectativas territoriales ante las entidades competentes, y como veedora de la implementación del Acuerdo de Paz y las iniciativas PDET en el Urabá antioqueño.