Construcción de Paz más allá del Acuerdo de 2016
Con la aprobación de la Fase 3 del Fondo en 2023 y su extensión hasta 2027, el Comité Directivo aprobó un nuevo ámbito que busca apoyar las apuestas del Gobierno Nacional para establecer negociaciones de paz con diferentes grupos armados aún activos y en conflicto.
Al inicio de las negociaciones entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la Iglesia Católica fue invitada por las dos partes a acompañar las diferentes mesas de negociación. Después de 8 meses de haber iniciado los diálogos de paz, las partes acordaron llegar a un Cese al Fuego de carácter Bilateral, Nacional y Temporal (CFBNT) con el propósito de mejorar la situación humanitaria de las poblaciones y los territorios a partir del 3 de agosto de 2023. A la Iglesia Católica le fue encomendado hacer parte del mecanismo cuatripartito de monitoreo y verificación conformado por el Gobierno Nacional, el ELN, la Misión de Verificación de la ONU y la Iglesia Católica. Anexo al mecanismo, existirá la veeduría por parte de las comunidades de carácter preventivo.
Bajo este contexto la iglesia fue consultada sobre su disponibilidad para participar en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) y en la construcción de los protocolos que regirían el cese. Esto le permitió a la iglesia poder hacer un ejercicio preparatorio, realizando 2 encuentros regionales con el clero en Chocó y Arauca, además de un encuentro nacional con delegados de la iglesia que participarían en los MMV territoriales.

Lecciones Aprendidas
Como una lección aprendida de la participación de la iglesia en el cese al fuego acordado con el ELN en 2017, se evidenció la necesidad de asignar recursos directamente a las diócesis para disponer de personal y solventar los gastos logísticos asociados al acompañamiento al cese al fuego que incluían encuentros formativos para sus equipos, misiones a territorio, acciones de monitoreo, jornadas de información y sensibilización sobre el cese, generar alertas tempranas con información primaria, dirimir conflictos entre actores y acompañar situaciones humanitarias que se pudieran presentar.
El primer apoyo del Fondo, que tuvo implementación en 2024, se enfocó entonces en fortalecer las capacidades de la Iglesia Católica cómo entidad encargada del Mecanismo de Monitoreo y Verificación al Cese al Fuego Bilateral, Nacional y Temporal entre el Gobierno Nacional y el ELN, oficializado por el Decreto 104 de 2024.
La estrategia logró fortalecer a las jurisdicciones eclesiásticas para monitorear el cese al fuego y facilitar diálogos territoriales inclusivos, en particular aquellos de mujeres y población LGBTIQ+.
Las apuestas incluyeron: la creación de diagnósticos sobre las afectaciones del conflicto armado en estas poblaciones; el desarrollo de guías metodológicas y la realización de 36 espacios pedagógicos[1] que impactaron a más de 1.100 personas.
Además, se firmaron 21 convenios con jurisdicciones eclesiásticas que desarrollaron cinco (5)[2] encuentros regionales para implementar un proceso pedagógico efectivo sobre los protocolos del cese al fuego, contribuyendo a la legitimidad de la política de Paz Total.
Al finalizar la intervención los integrantes de las jurisdicciones reportaron una mayor comprensión y empoderamiento sobre sus derechos y roles en la construcción de paz. A nivel comunitario, los espacios seguros propiciaron el fortalecimiento de redes sociales y comunitarias, favoreciendo la cohesión social, las mujeres y personas LGBTIQ+ participaron activamente en la construcción de los diagnósticos a través de los espacios seguros, que a su vez permitieron visibilizar y abordar casos de violencia de género.
[1] Involucraron participantes de los Departamentos de Arauca, Norte de Santander, Antioquia, Santander, Valle del Cauca, Nariño, Cesar, Chocó, Bolívar.
[2] Articularon Jurisdicciones eclesiásticas y comunidades de los siguientes departamentos: Cundinamarca, Casanare, Vichada, Guainía, Arauca, Santander, Norte de Santander, Nariño, Valle del Cauca, Antioquia, Chocó y Risaralda
La capacitación de los delegados de la Iglesia Católica en enfoques de género y derechos humanos resultó en estrategias concretas para la participación de grupos vulnerables, promoviendo un diálogo más incluyente y sostenible en el marco del mecanismo de monitoreo y verificación del cese al fuego.
Finalmente, se resalta la elaboración y entrega de los siguientes productos a la mesa de negociación, con el fin de aportar a la toma de decisiones informadas:
- Diagnóstico sobre la situación de las mujeres y la comunidad LGBTIQ+ en el marco del cese al fuego
- Un informe sobre las afectaciones generadas por el conflicto armado en las mujeres y la comunidad LGBTIQ+
- Un Informe detallado sobre las pedagogía y formación orientadas a fortalecer el rol de las mujeres y comunidad LGBTIQ+ en la veeduría social.